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septiembre 28, 20222022 Tax Annual Summit | Buenos Aires, Argentina
diciembre 5, 2022La Superliga de los infiernos tributarios
Diez años atrás, el fútbol argentino contaba con dos torneos (Final e Inicial), más una Copa Campeonato; descendían tres equipos por temporada. Al año, lo cambiaron: el Inicial pasó a ser Transición, pero duró poquito. Un año más tarde, definieron un torneo de 30 equipos, sumaron fecha “de clásicos” y redujeron los descensos a dos. Enseguida mutaron a un torneo por zonas, con la final para definir al campeón. Agregaron una Copa Bicentenario. Ya en 2017 pasaron a cuatro descensos y dos ascensos, para el primer torneo, y un nuevo formato (Superliga de 28 equipos) para la segunda mitad del año y la primera de 2018. En 2019 los equipos del torneo principal fueron 26, pero al año siguiente el plan era tener 24 e incluir un Trofeo de Campeones de la Superliga. En 2020 se cancelaron los descensos, sin Superliga, con una Liga Profesional. La Copa de la Liga se llamó Copa Maradona. Para 2021 los equipos eran 26 y se jugaba en dos zonas de 13, playoffs. Este año los equipos son 28, hay una Copa de la Liga y otra Liga Profesional. Por ahora, se prevén dos descensos. Por ahora, sí, porque se dice que en 2023 el torneo será de 30 equipos, así que ascenderán dos, pero no descenderá nadie. Y así pasarán a jugar un torneo de 30 que definirá 20 equipos que pelearán por el título y los 10 restantes jugarán por la permanencia contra los mejores de la segunda división que aspiran a ascender. O eso parece.
Pueden pensar que esto es una broma, una exageración, pero no lo es. Sí, admito, y no me sonrojo al hacerlo, que puede que haya algún error, pero hasta es comprensible: es imposible entender lo que han hecho con el fútbol PROFESIONAL de Argentina. Y lo cuento no porque me interese debatir esto en este espacio, para nada, sino porque me sirve como paralelismo: ¿es lo que en mi querido país han hecho también con el sistema impositivo que, como siempre digo, no es en realidad tanto un “sistema” (que supone cierta coherencia entre sus componentes) sino más bien un “régimen”.
Impuestos “por única vez” o de “emergencia” que se quedan para siempre. .Que suben o (rara vez) bajan su tasa por situaciones que, dicen los políticos de turno, lo ameritan. Cambios en las legislaciones, regulaciones que van y vienen (pero sobre todo vienen, se quedan, se agudizan, se superponen), presiones hacia distintos sectores. Más de 160 tributos entre nacionales, provinciales y municipales que hacen imposible sostener cualquier economía. Restricciones para comprar dólares, para viajar, para contratar empleados. Dólar soja, dólar Coldplay, dólar Qatar. Cambios. Cambios permanentes. Inestabilidad e inseguridad jurídica al palo. Un sinfín de modificaciones, pero con un resultado tristemente diferente al del torneo de fútbol: al final de cada año ni siquiera hay un campeón. Nadie. No gana nadie, o al menos no gana nadie en el sector privado.
Todo lo anterior ayuda a que Argentina esté hoy en el top 3 del campeonato que nadie debería querer ganar: la Superliga de los infiernos tributarios. Hay un juego de palabras, pero a la vez una realidad: es el resultado del Primer Índice de Infiernos Fiscales que elaboró la Fundación 1841 en base a la evaluación de todos los países europeos y americanos y algunos más, con datos correspondientes a 2020. Argentina se encuentra en tercer lugar, detrás de Bielorrusia y Venezuela y seguido muy de cerca por Rusia, Ucrania y Nicaragua. En otras palabras, las primeras seis posiciones de este ranking de la vergüenza lo ocupan países en guerra, países con gobiernos dictatoriales y Argentina.
Para llegar a este ránking se realizó una evaluación de manera cuantitativa (con datos oficiales del Fondo Monetario Internacional) y cualitativa (en base al análisis de calidad del gobierno). Se tuvieron en cuenta presión fiscal, presión de la deuda, presión inflacionaria, entre otros ítems cuantitativos, y “Estado de derecho”, Calidad de la regulación”, “Estabilidad política” y “Control de la corrupción”, entre otras variables cualitativas.
Pronto van a poder conocer más sobre este índice, que estará disponible en la web de la Fundación, que contó con un adelanto en Infobae y en El Observador, entre otros medios de primer nivel. Pero nada sorprende en cuanto a Argentina: así manejan la economía, así manejan las regulaciones, así manejan las leyes. Así, también, manejan el fútbol.