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diciembre 5, 2024De qué hablamos cuando hablamos de dormir tranquilos
Muchas veces me habrán escuchado hablar de que nuestros clientes planifican su patrimonio porque buscan dormir tranquilos. Llevo años repitiéndolo porque es cierto, pero hace unos días me detuve a pensar en el significado de esa expresión. ¿Qué significa dormir tranquilo? ¿A qué me refiero concretamente cuando hablo de dormir tranquilos?
Por eso decidí escribir estas líneas, para aclararlo y contarlo en detalle.
Dormir tranquilo es saber que un cambio de gobierno o de rumbo de un gobierno no pondrá en riesgo tus propiedades ni tus ahorros.
Dormir tranquilo es saber que tus hijos recibirán lo que decidiste dejarles en el momento adecuado.
Dormir tranquilo es saber que la empresa familiar, esa que pensó y armó tu abuelo, la que viste crecer y en la que trabajaste durante tantos años, continuará en las manos correctas.
Dormir tranquilo es saber que un cambio abrupto en la legislación de tu país, o del país donde tenés bienes, no alterará su valor ni los impuestos que pagás por ellos.
Dormir tranquilo es saber que si te pasa algo, tu familia estará cubierta.
Dormir tranquilo es saber que tu privacidad no depende de la buena voluntad de un funcionario
Dormir tranquilo es saber que no vas a pagar más impuestos que los imprescindibles porque un gobierno se encaprichó con un nuevo tributo para gastar (todavía) más de la cuenta.
Dormir tranquilo es saber que la persona que vos decidas se va a ocupar de cuidar a aquel heredero o beneficiario incapaz.
Dormir tranquilo también es anticiparse a la propia incapacidad o vulnerabilidad.
Dormir tranquilo es saber lo que va a pasar con tus cosas, o al menos tener claro lo que no va a pasar de ninguna manera.
Dormir tranquilo es minimizar riesgos.
Vivimos haciendo cosas para dormir tranquilos.
Cuando tenés dudas sobre si cerraste o no la puerta de casa, vas y tratás de abrirla, y si quedó abierta ponés la llave.
Cuando tenés dudas sobre si el gas quedó abierto, vas y chequeás las perillas, y si quedó abierto podés cerrar hasta la llave principal.
Cuando tenés dudas sobre la seguridad de tu casa o de tu auto, ponés rejas, alarmas, vidrios anti vandalismo.
¿Por qué no imitar esas acciones cotidianas con algo también cotidiano como nuestro patrimonio?
Dormir tranquilo es apoyar la cabeza en la almohada y saber que tus cosas son realmente tuyas, que van a seguir ahí cuando te despiertes y que a su debido tiempo van a pasar a quienes vos quieras que pasen y en las condiciones que vos querés que eso suceda.
Y Dormir tranquilo es saber que uno puede ir cambiando esos planes a lo largo de la vida, a medida que vayan cambiando las circunstancias, la composición familiar, el lugar donde uno vive, los activos que uno tiene, los objetivos de planificación, los riesgos.
Eso es Dormir tranquilo.